El Ferrari Sergio Concept de Pininfarina
Aunque la idea no es nueva, puesto que Renault ya se atrevió con ella en el pasado con el Spider, no deja de ser sorprendente: Pininfarina quiere llevar a la producción en serie, un prototipo que carece de parabrisas y que fue presentado hace pocas semanas en el Salón de Ginebra.
Para su desarrollo Pininfarina ha partido de la base mecánica del Ferrari F458, lo que ya garantiza una excelente plataforma y unas prestaciones de infarto. Su motor situado en posición central trasera, es un V8 de gasolina de 4.5 litros y 570 caballos de potencia asociado a una caja de cambios secuencial de siete velocidades; es capaz de lanzarlo hasta los 320 km/h aproximadamente y puede pasar de 0 a 100 km/h en menos de 3,4 segundos. Estas prestaciones se ven favorecidas por el reducido peso del conjunto, que podría ser inferior a los 1.300 kilos. Más ligero, por tanto, que el Ferrari Italia del que deriva.
El Sergio Concept no es pequeño; tiene una longitud de 4,55 metros y una anchura de 1,94 metros, acompañado de una limitada altura de sólo 1,14 metros. En su habitáculo sólo dos pasajeros podrían tomar asiento y a la hora de realizar la compra, no serán muchas las bolsas que puedan entrar en el pequeño maletero con 110 litros de capacidad. Así que no es un vehículo muy apropiado para ir al super…
Los ingenieros de Pininfarina han trabajado para reducir la entrada de aire y el coche cuenta con un parabrisas virtual que se acciona a velocidades de más de 50 kilómetros por hora. La compañía señaló que este concept car busca combinar pasión, creatividad, inteligencia, tecnología y elegancia, como el legado estratégico de la marca y afirmó que pone de manifiesto la histórica relación que ha mantenido con Ferrari.
El diseño de este prototipo (ver más imágenes) se orienta a convertirse en un icono del mundo del automóvil y recuerda a los modelos de Ferrari de la década de los 60 , aunque cuenta con elementos de última tecnología como la utilización de aluminio o las luces LED. Se producirá en serie limitada a cinco o seis unidades, por un precio que podría rondar los tres millones de euros.
El Renault Spider fue una barqueta producida en serie, y en su lanzamiento prescindió del parabrisas: la estudiada aerodinámica permitía obviarlo; pese a ello, a partir de su primera evolución se montó el cristal frontal, sobre todo porque su ausencia obliga a conducir con casco.
Me gusta bastante y más siendo un Ferrari pero, por mucho diseño Pininfarina, no me veo conduciendo un vehículo de este tipo con casco. Así que gastaré esos 3 millones (virtuales como su parabrisas) en otra cosa…