11 de septiembre Diada NACIONAL de Catalunya
Porque hoy quizá más que nunca, vivimos en un clima de crisis profunda, orillando la depresión, entre una crispación generalizada que promueve la protesta popular («el pueblo unido jamás será vencido…»); con las discrepancias permanentes, desaforadas y estúpidas de los políticos, esa raza de humanos que viven eternamente en carnaval, cada vez más incorrectos y alejados de la calle.
Nuestro idilio (el mío al menos) con esta gente, es de un amor-odio ulcerante (no puedo vivir contigo pero tampoco sin ti…), que tiende a agravarse con complicaciones respiratorias y a marchas forzadas se convierte en un cáncer incurable. Llegamos a un estado de no tener remedio conocido: todo lo que probamos, al principio parece que nos mejora pero pasada esa etapa de optimismo (fundamentalmente porque creemos en nuestra salvación) recaemos cuando descubrimos la auténtica realidad: ninguno sirve para nada.
Y en esa estamos. Se ponen cuatro de acuerdo para protestar porque ya estamos hasta el gorro, pero pasadas unas horas hay dos que no están de acuerdo con el modo y un tercero con las formas, el otro se harta del resto y se acabó la protesta. Nuestro elegidos, si están en el gobierno, dicen que toman nota (?), si en la oposición, prometen soluciones para cuando lo hagan ellos, si saben que nunca lo estarán, dan la solución en el acto y la vida continúa…
Por eso tenemos muy poco que festejar y porque además, la Diada de Catalunya conmemora una derrota, aunque se presentara resistencia al enemigo, como se sigue haciendo hasta hoy…