Close
Skip to content

4 Comments

  1. Miguel Ángel Rodríguez
    21 de diciembre de 2011 @ 08:36

    ¿Hasta dónde debe de llegar la ciencia?

    Es una pregunta que me planteo constantemente al ver noticias como la que es presentada en este espacio.

    Reply

    • Miguel Ángel Rodríguez
      21 de diciembre de 2011 @ 08:39

      Comparto tu preocupación, tratándose sobre todo del desarrollo y destino de los conocimientos científicos.

      Reply

      • pilgrin
        21 de diciembre de 2011 @ 10:38

        Sí, es para preocuparse, pero tampoco demasiado. De poco serviría obsesionarse por aquello que no podemos controlar y la ciencia de los científicos (y la de los militares) es una de ellas.

        Esto lo conocemos, y eso que «están debatiendo» si debería hacerse público pero ¿cuánto hay que ignoramos y es potencialmente peligroso para «la seguridad de la humanidad»?

        Los americanos, especialistas en «el ocultismo» ¿cuántos experimentos han hecho, hacen y harán que no sabemos?

        Este es una de esas situaciones que cuando la realidad supere a la ficción, ya no tendremos de que preocuparnos, más allá del tiempo que aguantemos nuestro aniquilamiento…

        Reply

  2. pilgrin
    21 de diciembre de 2011 @ 14:43

    Este finde ví el orígen del planeta de los simios.

    Un jóven científco con buenas intenciones para ayudar a la humanidad, un directivo que vela por los intereses del accionariado que le valen los experimentos siempre que generen beneficios económicos. La negligencia de uno por experimentar más allá de la prudencia que se requiere, el afán por avanzar del otro ante la posibilidad de conseguir esos resultados saltándose las pruebas exigidas. Luego los elementos que no contempla la fórmula: el asar, un accidente, la humanidad misma… y todo se convierte en desastre.

    ¿Cuanta realidad no es ficción? o ¿Cuanta ficción es real?

    Reply

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *