Entre «la roja» y el barça el veneno de ciertos periodistas deportivos queda fuera de juego
En el primer partido de la otra roja ( la roja auténtica es la selección chilena ), pusieron a parir a Vicente del Bosque por su alineación sin un «9» referente; criticando denodadamente por jugar con Cesc Fábregas como «falso 9».
Con «la exibición en la final contra los italianos» ( denotaron más cansancio que los españoles, no repitieron el plantemiento que tan bien les fue en el primer enfrentamiento, tuvieron el enorme lastre de las lesiones al punto de quedarse con un jugador menos demasiado tiempo para aguantar el vendabal que les arrasaba…), ahora resulta que no eran críticas, eran simples debates lícitos, opiniones responsables y las críticas malsonantes las hicieron otros…
Y es que jugando con «el falso 9», le da a la selección española «ese sello barça» que muchos no pueden aceptar, y siendo Cesc el elegido, ya lo hace del todo incuestionable. Excepto para estos cretinos.
Con este planteamiento se rompe el equilibrio mínimo exigible ( por ellos ) al haber más jugadores de sangre impura y para colmo, terminan siendo los MVP de la mayoría de los partidos y como colofón, de todo el torneo.
Curiosamente, la etapa más laureada y vistosa del barça en la que mayoritariamente se le considera el mejor equipo de la historia, coincide con la idem de la selección española, integrada por muchos (convocados y jugando) jugadores allí formados.
Son meras hipótesis indudablemente pero, no me extrañaría que con todo esto, si llegasen a perder, estos hipócritas recalcitrantes presentarían una queja a la FIFA porque «su» selección, alinea a demasiados jugadores extranjeros…