La arbitrariedad de los indultos del gobierno español
Y es que ahora, el Gobierno niega el indulto a un extoxicómano que hace trabajo social, con lo cual, David Reboredo afronta siete años de cárcel por vender 0,2 gramos de heroína. Dice el periodista Víctor Honorato «¿Qué tienen en común el consejero delegado del Banco Santander, condenado por denuncia falsa, y cuatro mossos d’esquadra que torturaron a un sospechoso? Que el Gobierno consideró que ambos merecían el perdón y les concedió el indulto. Una medida de gracia que se aplica cuando viene en gana, sin que sea necesario motivarla, y que no se ha tenido a bien conceder a este vigués de 43 años, condenado a siete años de cárcel por pasar unas papelinas de heroína —0,2 gramos de sustancia pura, 0,4 con las impurezas— en 2006 y 2009. Tras más de 20 años de drogadicción, David lleva dos desenganchado y tiene el apoyo de una decena de asociaciones locales que avalan su reinserción y confían en él. No ha sido suficiente, y hoy deberá ingresar en prisión».
Frances Valls, bajo el título ‘Mossos’ con segundo indulto, dice que «Con el reindulto a cuatro ‘mossos’, CiU y PP han burlado el Estado de derecho» y en su crónica agrega «En plena guerra sobre borradores policiales fantasma con cuentas en Suiza o en Liechtenstein, ha asomado la oreja lo que une a PP y CiU por encima de riñas identitarias. Ambas formaciones se han puesto de acuerdo para salvar los pilares del corporativismo policial y burlar los fundamentos del Estado de derecho. Solo así puede entenderse que el Gobierno central, a petición de los interesados y son el respaldo de la Generalitat, haya concedido un segundo indulto a cuatro mossos, una medida que echa por tierra dos sentencias condenatorias: de la Audiencia de Barcelona y del Tribunal Supremo… Deben ser razones de austeridad las que han guiado al Ejecutivo a dictar que los policías paguen 10 euros diarios por torturar a un rumano. Ahora que atravesamos un periodo de crisis ¿se habrán planteado como medida solidaria la posibilidad de eliminar los tribunales de justicia? Si el Ejecutivo cuartea sentencias firmes, lo mejor es que dicte justicia directamente, así se ahorra más que con la tradicional anticuada y engorrosa división de poderes y se entierra de una sola paletada a Locke, Rousseau y Montesquieu».
468 indultos en 11 meses de Rajoy, «El perdón a los ‘mossos d’Esquadra’ condenados por torturas pone en tela de juicio un poder no sujeto a control. La cifra es similar a la de anteriores Gobiernos» publican M. Ceberio y Á. De Cózar en una crónica donde se puede leer que «…en un texto de los jueces -firmado por los magistrados del Supremo Perfecto Andrés Ibáñez y Joaquín Giménez y por la vocal del Consejo General del Poder Judicial Margarita Robles- acusaba al Gobierno de burlarse de la justicia en un delito tan grave como el de las torturas. El debate ha llegado a poner en entredicho la propia figura del indulto. “Es una especie de justicia paralela, señorial, para privilegiados”, opina el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. “Un residuo del pasado con el que el Gobierno degrada la justicia convirtiéndola en dos: una para sus amigos, a los que exime de cumplir la ley; y otra para los demás, que sí están sometidos a los tribunales. El indulto debería desaparecer o quedar, en todo caso, como algo muy residual que se aplique en muy pocos casos, de manera argumentada y con un control externo”.
¡Viva la desobediencia civil! titula Gonzalo Fanjul en su blog donde publica su visión de estos incomprensibles procedimientos y dice cosas como que «Lo que hace el Gobierno es diferente. Utilizando sus prerrogativas, pero de modo arbitrario e injustificado, adapta las normas por decreto según sus intereses y sin pagar ningún precio por ello. Además de inmoral, esta forma de comportamiento supone una invitación abierta a que los ciudadanos hagan lo mismo. A cambio, lo menos que podemos esperar es que reciban un indulto, aunque en este caso sería el segundo. La sociedad ya les ha concedido el primero».