Reflexionemos hermanos que hoy es día de reflexión

Hoy es día de reflexión; reflexionemos hermanos, reflexionemos.

Porque vamos a ver ¿qué es reflexionar?

Reflexionar es pensar o considerar una cosa con detenimiento y cuidado.

¿Y que otra cosa merece más reflexión que la decisión que mañana tomemos?.

¿Casarnos?, no, para eso antes usamos el corazón (metafóricamente porque el órgano dichoso no hace más que bombear sangre).
¿Tener hijos?, tampoco, esos vienen precisamente por reflexionar demasiado y a veces ni así (ahí está la virgen María para ilustrarlo).
¿Divorciarse?, qué va, eso lo reflexionan los abogados, y si vá más allá, los jueces.
¿Diesel o gasolina?, no procede, con esta crisis ¿no tenemos cosas más importante en que reflexionar?

Sí tenemos ¡y menuda mierda!

Estamos hartos de reflexionar cada vez que nos llaman a las hurnas y comprobar lo mal que reflexionamos porque ¡nunca acertamos!.

No es porque los candidatos sean incompetentes ni encantadores de serpientes (de hecho ellos son las serpientes); con lo bien que hablan, los recursos que venden y cómo los venden, las soluciones que prometen y el énfasis con que lo hacen, es imposible que no consigamos ser gobernados dignamente. Tiene que ser culpa nuestra: ¡no sabemos reflexionar!, y no es por falta de práctica, somos irreflexivos…

Por eso hermanos, hermanas, parientes próximos o lejanos, amigos, conocidos, compatriotas, ciudadanos en general, indignados o no, reflexionar. Hacerlo a conciencia y concienzudamente, en silencio o a viva voz pero reflexionar, y mañana a votar.

Si ganan los nuestros y son los mismos que estaban, estamos jodidos. Si ganan los otros, nos joderán, así que, aunque ellos hagan gestos de victoria y se muestren incomprensiblemente eufóricos, mantengamos la calma, seamos fuertes y pacientes. No perdamos la esperanza porque es lo penúltimo que se pierde… dentro de cuatro años (o menos) tendremos que volver a reflexionar (sino desflexionamos por el camino…).