Absuelto un hombre que grabó sus abusos sexuales a su cuñada
Así que el acusado ha sido absuelto. La sentencia no entra a valorar los actos sexuales documentados en las fotos y vídeos, pero acuerda su absolución al considerar que la víctima vulneró su derecho a la intimidad, al obtener los DVD en los que guardaba las copias sin su permiso.
Cuando la esposa del acusado, que estaba en trámites de separación, descubrió los discos en el vehículo del imputado, que registró con la intención de encontrar pruebas que probaran las infidelidades que sospechaba, puso junto con su hermana (la víctima «supuestamente») el caso en manos de los Mossos d’Esquadra, que rápidamente ordenaron la detención del acusado, al entender que era responsable de un delito continuado de abusos sexuales y contra la intimidad, por el que el fiscal pidió en el juicio una condena de 12 años de cárcel.
Sin embargo, la Audiencia ha acabado absolviendo a Salvador B. B. porque considera que el hecho de que su esposa obtuviera los DVD que destaparon los abusos sin el consentimiento del procesado viola su derecho a la intimidad y «contamina» todas las diligencias realizadas después. Según el tribunal, si la mujer y su hermana no hubieran visionado los DVD obtenidos de forma ilícita, o incluso si los hubieran visto pero no los hubieran convertido en «prueba de cargo esencial» para sustentar la denuncia, no se habría contaminado todo el proceso.
Para los magistrados, al fundamentarse la acusación en los vídeos, «surge y prima, por encima del interés del Estado en la persecución del delito y el castigo del delincuente, la prohibición de sustentar una condena en una prueba «obtenida mediante la comisión de un delito y, en consecuencia, de manera absolutamente ilícita». En el juicio, el imputado negó los abusos y los describió como un juego sexual con el que pretendía despertar a su cuñada, con quien tenía una relación sentimental, una versión que la denunciante negó tajantemente. La víctima ya ha presentado un recurso contra la absolución ante el Tribunal Supremo.
¿Realmente la ley es tan estúpida, ridícula e injusta?