Estrictos predicadores que desnudaron su hipocresía
Se tapan el pelo de la cabeza pero se destapan los del culo. Como cualquiera de carne y huesos.
Lo patético y despreciable, es que se les considera (consideraba?) auténticos adalides de prédicas ultraconservadoras. Y se destaparon para ultraenchufar lo que pregonaban conservar.
Ella viuda. Desde el principio destacó por sus prédicas en las que se revistió del ropaje de gran hermana y exigía a los estudiantes que no se “dejaran arrastrar por los vicios”. Para Neyar, la risa femenina o dirigir miradas a los chicos podían considerarse como “actos de fornicación”. También aconsejaba a las chicas sobre la manera correcta de comportarse con los hombres y cómo vestir adecuadamente. Pero no mencionó (aunque también lo sabe de sobras) cómo desvertirse…
Ahora bien, parece ser que les tendieron una trampa para desprestigiar a los islamistas (como si fuese necesario más desprestigio del que tienen). El MUR reconoce que los amantes “han violado los principios del Movimiento, pero no podemos ni queremos despreciar la contribución que ambos han hecho en los terrenos de la educación y la predicación”. Que los follen a todos
Fuente: La Vanguardia