Mucho hablar de crisis y poco del hambre que mata
Lleva lloviendo tanto que resulta casi imposible escribir. En vez de teclas veo gotas, los apuntes en el escritorio me parecen charcos y apenas puedo moverme entre tanta ropa secándose a mi alrededor. Es uno de esos días, ultimamente muchos, que se presta para leer, navegar por Internet, ojear la prensa online; ver qué está