La vida, los bombones y la política
Estoy de acuerdo con lo que siempre decía a Forrest su mamá: la vida es como una caja de bombones, pero con otros matices.
A la vida son cuando los comes. Con el tiempo, puedes llegar a saber con lo que te vas a encontrar, pero como es la caja que te ha tocado, vuelves a probarlos y los malos, te vuelven a patear. Con los buenos, cuando te haces con su sabor, se te acaba.
A la política son la parte que deshechas: pura y simple mierda.
El actual gobierno se ganó a pulso que Rajoy barra a Rubalcaba y bata el récord de Aznar, según el barómetro preelectoral del GESOP, publicado ayer en El Periódico. Esta información comparte espacio con cosas como: «A Rajoy le cuesta pensar en el mundo» (no en el diario, que en ese piensa…), o «Quiero que cuando se hable de políticos (dice nuestro próximo presidente, porque no hay nada mejor que lo malo conocido…) se piense en honradez», y ahí están los escándalos que comparte… todo un ejercicio de demagogia, dicho en término por ellos tan utilizado.
Y volvemos a los bombones, pero a la parte que se deshecha, cada vez te limpias el culo, sabiendo a ciencia cierta que te lo volverás a ensuciar