El tiempo debe de ser un ciclista de «esos»
Si hace deportes tendrá que serlo, porque si no, a ver quién sabe cómo es posible que pase tan de prisa y sin doparse… Me da igual, aunque no sea de esos, ahí queda mi acusación y que se preocupe por demostrar su limpieza. Y si se baja de la bici y decide arrastrarse mejor, así no lo veré pasar tan rápido.
En los tiempos que corren (véis?: tiempos, corren, a eso me referiero) está de moda que uno suelta la acusación y el acusado es quien tiene que demostrar su inocencia, cuando hasta la ley dice que debe ser lo contrario. Después podrá ser que no era cierto, que todo era infundado, una simple campaña de desprestigio (premeditada o no) motivada por envidia, frustración, búsqueda de desviar la atención hacia otro lado… Lo que sea, lo cierto es que a veces, la herida deja una cicatriz permanente y el dolor reaparece cuando a alguien se le ocurre meterle dedo…
Cualquier dedo al hacer clic… porque hoy día, gracias a internet, tenemos acceso a incontable información: buena y mala, verdadera o falsa y aunque actualizada, también la antigua; esa que se introdujo en el momento de una acusación y que a pesar de sentencias absolutorias, desmentidos, disculpas y hasta condenas al infundador, sigue estando ahí para resurgir en cuanto la queramos encontrar.
Y yo me encuentro preguntándome a qué viene esta perorata y resulta que es fruto de ver el tiempo pasado (otra vez él) desde mi último post. Estoy segurísimo que yo no esperé tanto así que es lo que decía: el tiempo es un velocista que va en bici y se dopa.
Y si pretende que retire la acusación solo le queda una: esperarme y seguir a mi ritmo.