Si la ministra asegura que España «está saliendo de la crisis» la realidad debe de ser una desubicada
Pero no hacerles apoyar las manos, ni los pies, sino el cerebro, por pretender que nos la creamos.
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha afirmado: «Estamos saliendo de la crisis» y que se ven «señales esperanzadoras» (y no sólo lo he leído, también la ví por tv mientras lo decía), mientras la realidad es que la reforma alumbra el peor trimestre para el empleo fijo, entre julio y septiembre se destruyen 179.400 puestos de trabajo indefinidos, el paro en España supera el 25% por primera vez en la historia, la mayor destrucción de empleo se concentra en el sector público, el número de familias con todos sus miembros en paro continúa al alza…
Un trabajador no ve el fruto de su trabajo (si cobra mensualmente), antes de haber trabajo un mes, como mínimo. Un equipo de fútbol (por hacer un poco de deporte entre tanta mierda) no ve el resultado de su juego antes de los 90 minutos (aveces incluso más…) de su partido. La flores no eclosionan con solo enterrar la semilla y regarla una vez; ni yo soy estúpido sin más sólo porque lo parezca…
En cambio, podemos oir cómo los políticos nos dicen falacias de este tipo (y otras peores) y se les vé tan aplomados y convencidos. Y no és que odie a la política por no entenderla ni que no la entienda porque la odie, simplemente la destesto porque me resulta detestable.
Cómo pueden pretender que nos creamos sus discursos? Cómo són capaces de soltar estos mensajes cuando es evidente, claro e inequívoco que la realidad los desmienten? ¿Cómo es posible que aprobado un decreto (porque Europa lo impone) pueden decir, por su simple aprobación, que «Europa confía en España porque las medidas adoptadas están dando sus frutos»…?
¿Dónde diablos (maldito cornudo vestido de rojo) están esos frutos? ¿Por qué no nos dejan ver ese maravilloso huerto en el que vierten una semilla y se agachan para recoger lo sembrado? ¿Por qué la realidad no és la ficción que esta gente vive?
Lo malo de este circo es que todos estamos bajo su carpa, y tenemos que aguantar el espectáculo sí o sí…
¿Sí?