Cuando la corrupción apunta al PP son fundamentalmente verdades sin fundamento

Gobiernos corruptos han habido, hay (es evidente aunque esquivan toda responsabilidad) y seguramente habrán (mientras sigamos tolerando estas reglas del juego…). De todos los colores, sean quienes sean los gobernantes. «Es una hipocresía pensar que los partidos no tienen una financiación ilegal», asegura un exdiputado del PP, quien dice que “Hay dinero negro en los partidos, casi siempre”

Rajoy dice que “Todo lo referido a mí y mis compañeros no es cierto; salvo alguna cosa publicada” como apunta José Ma Izquierdo en su Blog, Bueno, pero solo alguna cosilla…. Y claro, como alguna cosilla puede ser cosa más cosilla que alguna, haciendo valer su mayoría parlamentaria el PP veta todas las iniciativas en el Congreso sobre corrupción, impidiendo así que el presidente acuda al Pleno. Y quedan plenamente convencidos de su intachable honestidad. Y nosotros deberíamos quedar plenamente convencidos de su incomensurable desfachatez.

La Fiscalía anticorrupción cita al exdiputado del PP y amigo de Luis Bárcenas Jorge Trías que dijo “Llevaban esa contabilidad B… No pueden esconderse ni mentir”. En otros ámbitos, este Sr. sufriría «un accidente» que le costaría la vida antes de llegar a declarar, pero aquí no es necesario. Los políticos tienen fórmulas democráticas para salir indemnes y revertir situaciones comprometidas.

Lo incomestible de estos hechos, es la osadía y descaro con el que estos personajes (SIEMPRE DE DERECHAS) las hacen y no las pagan y siguen al frente de unos cargos que a otros les exigen abandonar (a veces por simples sospechas) y les acosan hasta el derribo.

Y sí, son reflexiones por pura envidia. Ya me gustaría formar parte del tinglado. Acomodar a mi familia y a los amigos más allegados. Recibir regalos. Ser adulado. Sentirme un gran Señor (aunque sea una auténtica mierda) y vivir ajeno a cualquier mal todo el tiempo que sea posible.

Cuando las cosas se me vayan de las manos y vengan mal dadas, dimitir (si es absolutamente irremediable), por responsabilidad política y amor al País por el que tanto he hecho.

Luego de un breve y merecido descanso, pasarme a la empresa privada, haciendo valer mis «dones» y cobrándome alguno de los favores que habré hecho; o cohecho, que más dá