Con canciones en vez de balas las guerras serían hasta divertidas

El tiempo avanza, no sabemos hacia dónde, pero avanzamos con él. Pasamos diferentes etapas aunque algunas se repitan una y otra vez (generalmente las menos provechosas). Pero le aguantamos el ritmo y a pesar que a veces nos sorprenda, casi siempre conseguimos sobrevivir y recuperarnos.

Nos vamos haciendo a lo nuevo; aprendiendo bastante rápido (aunque la experiencia no nos valga una mierda), y evolucionamos según su exigencia (a la fuerza, porque la especie que no evoluciona…); ni muy bien ni tan mal, poco o casi nada, pero evolucionamos.

Antes ocupábamos el globo (terráqueo) ahora nos ocupa la globalización. Hay nuevas tecnológicas, nuevas tendencias, nuevas estrategias y, o nos adaptamos o morimos (que también matan a los adaptados pero esa es otra cuestión).

Es en esta tesitura que las Farc difunde pegajoso y desafiante rap en video sobre la paz en Colombia

Si dicen que las Pussy Riot son cantantes; o, como se sabe, que los Estopa dejaron de montar automóviles para hacer rumba o hasta que Julio Iglesias amasó una fortuna con su voz (que me aburre suavemente) ¿por qué unos guerrilleros no pueden rapear?.

La música (?) solo puede dañar por exceso de decibelios (el umbral del dolor está entre 110 y 120 cositas de esas). Pero por mucho que desagrade, se desprecie o no se entienda, nadie sale muy malherido.

Y, a menos que se conviertan en arma de guerras futuras (y haya que enfrentarlas sí o sí), basta simplemente con no escuchar (o no ver, cuando sea un vídeo musical como este).

En cualquier caso si las nuevas tendencias son el emplear la estrategia de hacer uso de las nuevas tecnologías cantando, para abordar la globalización o el desinflado de nuestro globo, bienvenido sea.

Los vencidos volverán a casa abrumados, hastiados; en el peor de los casos asqueados, con fuerte dolor de cabeza y los oídos zumbando, pero vivos.

Y los vencedores convencidos que si montan una discográfica, podrán conquistar el universo entero.