Fallece José Luis Sampedro, el inspirador del 15M
José Luis Sampedro tenía 96 años y ninguna gana de protagonizar “el circo mediático en torno a la muerte de los famosos”, según explicó su viuda y colaboradora en los últimos años y en los últimos libros. Por expreso deseo del autor, la noticia se ha conocido un día después porque quería «irse de manera sencilla y sin publicidad», siendo incinerado esta mañana en el cementerio de La Almudena en la más estricta intimidad.
Tal como dice Javier Rodríguez Marcos en El País sobre ‘El humanista, símbolo del compromiso intelectual y ciudadano y referente del movimiento indignado’, de la asamblea del 15-M de Chamberí (su barrio madrileño), al Ministerio de Cultura (que en 2011 le concedió el Premio Nacional de las Letras); de los vecinos anónimos de Mijas (donde pasaba parte del invierno) a sus ilustres colegas de la Real Academia Española (que en 1991 le vieron ocupar el sillón F), pocas veces un intelectual español habrá sido tan llorado en sitios tan distintos como José Luis Sampedro. Novelista y economista, referente para los críticos del capitalismo salvaje y profesor de varios ex ministros de Hacienda, el autor de Octubre, octubre y Realidad económica y análisis estructural murió en su casa de Madrid el domingo pasado, pero la noticia solo se ha conocido hoy, cuando sus restos ya habían sido incinerados.
Sampedro, que nació en Barcelona en 1917, se ha distinguido toda su vida por una trayectoria de amplia panorámica vinculado a la economía, al ámbito universitario y en las últimas décadas con total dedicación a la literatura, con superventas como las novelas ‘La sonrisa etrusca’ y ‘La vieja sirena’. Miembro de la Real Academia Española desde 1990, en el 2011 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas.
Mantuvo siempre una postura humanista crítica con la decadencia moral de Occidente y las brutalidades del capitalismo más liberal. Así, por ejemplo, publicó en el 2011 el prólogo de la edición española de ‘Indignaos’, de Stéphane Hessel.
Con su muerte, el movimiento social 15-M se queda sin abuelos, ya que hace apenas dos meses después había fallecido en París Sthèpane Hessel, a los 95 años. Dos hombres casi centenarios que hasta el último momento proclamaron la necesidad de una sociedad más justa, en la que el poder humano venciese a la tiranía del poder financiero mediante la rebelión pacífica.
Ahora les toca a las generaciones más jóvenes demostrar que son capaces de gestionar el legado de estos dos sabios y que, mediante esa sublevación pacífica, es posible cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor.
«Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe»